Mientras que la legalidad del conteo de cartas es todavía algo muy debatido, siendo llevada una y otra vez ante los tribunales de justicia, el hecho es que los casinos consideran el conteo de cartas como un tabú. Los casinos no serán capaces de condenar a un contador de cartas, pero pueden y van a hacerle la vida muy difícil a un jugador de blackjack al que descubran contando cartas.
En los viejos tiempos de los juegos de azar en casinos, especialmente en el entorno del lejano oeste de Las Vegas, los contadores de cartas eran tratados con dureza. Cuando alguien era descubierto contando en una mesa de blackjack, la justicia del casino era rápida y brutal. Abundan historias de contadores de cartas maltratados físicamente por pesos pesados del casino de Las Vegas y abandonados a su merced a las afueras de la ciudad. Este tipo de comportamiento continuó hasta principios de la década de los ochenta cuando, finalmente, la mafia de Las Vegas fue reemplazada por un ambiente más amistoso. Las nuevas empresas del juego que operan en Las Vegas, y otras zonas donde el juego es legal, ya no siguen las tácticas de mano dura de sus antepasados. En vez de ello, tan sólo prohíben la entrada en el casino a los contadores de cartas.
El motivo por el cual el casino puede prohibir la entrada es porque los casinos son considerados propiedades privadas y legalmente equiparados a clubs privados. Cuando usted supera la barrera de seguridad de las puertas del casino, acepta cumplir las normas establecidas por la compañía de juegos que gestiona dicho casino. Mientras esté jugando en el casino, se le considerará un «miembro » del club, con todos los beneficios y privilegios que esta pertenencia proporciona. Si rompe estas normas contando cartas, el casino puede retirarle el acceso y echarle.
Los casinos saben que algunos jugadores cuentan cartas. Y saben que no pueden detenerlos. Por ello, centran sus esfuerzos en intentar solucionarlo con métodos benignos antes de utilizar mano dura y echar a alguien. Como contador de cartas, necesitará reconocer los métodos utilizados por el casino para disuadir a los contadores.
El “ojo Del Cielo”
La próxima vez que juegue al blackjack en un casino, deténgase un momento y mire hacia arriba. ¡En vez de contar las cartas, intente contar el número de cámaras de vigilancia! Esas cámaras, y muchas más que hay en el casino, son la primera línea de defensa del casino cuando se trata de identificar a los contadores de cartas. Las imágenes de todas las cámaras llegan a una habitación del casino repleta de monitores de circuito cerrado y chicos con trajes oscuros. Estos tipos son los empleados del casino que usted no verá o, al menos, deseará no ver nunca. Si alguna vez se topa con uno de ellos en persona, lo más probable es que usted no regrese a ese casino en mucho tiempo. El personal de seguridad en la sala de las cámaras está bien entrenado para detener tramposos. Ellos saben lo que deben buscar y las cámaras son tan avanzadas que pueden leer hasta el color de sus ojos. Estos hombres y mujeres estudian las cámaras en busca de signos de actividad de conteo de cartas. Cuando observan a alguien que ellos creen que está contando cartas, levantan un teléfono y alertan al supervisor de sala de blackjack. En ese momento, el jefe de sector o supervisor de turno comenzarán a implementar una serie de mensajes diseñados para conseguir que el contador de cartas se aleje de la mesa con un beneficio mínimo. El casino es inteligente. Y el personal sabe que montar una escena en el casino es contraproducente.
Obsequiar Al Contador De Cartas
Muy a menudo, la primera medida tomada por el casino será ofrecer al sospechoso de contar cartas lo que se conoce como un obsequio. Este obsequio consiste en un vale para una comida gratis o incluso una habitación gratis en el hotel del casino. En muchas ocasiones, este método es muy efectivo para detener a un contador de cartas.
El jefe de la sala se acercará a la mesa y entablará una agradable conversación con usted. Le hablará sobre la buena racha que está teniendo. Tras unos minutos, el jefe de sala le ofrecerá al contador una comida gratis en el buffet o una habitación para pasar la noche. En muchos casos, el contador de cartas aceptará esta oferta y decidirá sacar provecho con un buen beneficio para luego subir a descansar o pasar por el restaurante y disfrutar de una buena comida.
¿Por qué el casino está dispuesto a ofrecerle cosas gratis a contadores de cartas? La respuesta es sencilla. Para alejarlos de la mesa utilizando cualquier medio necesario. El casino entiende que cuando el contador vuelva tendrán que empezar a contar de nuevo y encontrar otra mesa que esté «caliente». Si se trata de un fin de semana, puede ser que no encuentre una mesa disponible a su regreso. En realidad eso no importa. Lo único que le importa al casino es alejar al contador de cartas de ese asiento.
A los casinos les encanta ofrecer una noche de habitación gratis a los contadores de cartas porque saben que muchos jugadores de blackjack, tarde o temprano cederán al impulso de jugar. Están contando con que usted pierda todas sus ganancias obtenidas en el blackjack en una mesa de dados o en una máquina tragaperras.
Cambiar Al Crupier
Cambiar al crupier es otro de los métodos preferidos del casino para detener el conteo de cartas. En medio de una baraja caliente, el jefe de sala cambiará al crupier y le pedirá que vaya a otra mesa. Por lo general, el nuevo crupier es uno con más experiencia en ese tipo de situaciones. Y se apresurará a interrumpir el conteo.
¿Por qué cambiar al crupier marca la diferencia? Se trata de un factor psicológico. Todos los jugadores son, por naturaleza, criaturas supersticiosas. Sus subconscientes creen que un nuevo crupier influenciará el juego para peor. Nada podría estar más lejos de la realidad, pero es una técnica eficaz que ha dejado a más de un contador de cartas fuera de órbita.
Barajar A Mitad Del Zapato
En un juego de blackjack con múltiples mazos, el crupier no tiene control sobre las barajas cuando éstas se vuelven a barajar. Después de cortar las cartas, una carta amarilla es insertada cerca de la cuarta parte inferior del mazo. Cuando esta carta sale del zapato, el crupier sabe que es hora de barajar las cartas.
Si un casino teme que alguien esté contando las cartas, puede pedir que se baraje el mazo. El jefe de sala vendrá a la mesa y le pedirá al crupier que baraje una vez la mano haya finalizado. Por supuesto, un nuevo mazo barajado fuerza al jugador a comenzar el conteo otra vez. Los dos primeros métodos que hemos mencionado son muy sutiles. Si un jefe de área solicita un barajeo forzoso en medio de un juego de blackjack, las cosas se están poniendo serias. Esto significa que el casino está convencido de que alguien en la mesa de blackjack está contando cartas.
Subir El Mínimo De La Mesa
Una última medida tomada por muchos casinos antes de aplicar mano dura es elevar el mínimo de la mesa. Cada mesa de blackjack tiene una apuesta mínima que se publica en un panel colocado sobre la mesa. Los jugadores deben cubrir la apuesta mínima en cada mano. Supongamos, por ejemplo, que un contador de cartas está jugando en una mesa de $10 cuando, de repente, el jefe de sala se acerca y cambia el panel de apuestas que está sobre la mesa. Con este sencillo gesto, la apuesta mínima se ha incrementado a $50 por mano. Sorprendido, el contador de cartas mira toda la zona de blackjack en busca de un asiento libre en otra mesa de $10, pero todos están ocupados.
El casino sabe que incluso los contadores de cartas tienen un límite de apuestas que le saca de sus zonas de confort personal. Psicológicamente, algunos apostadores no pueden superar una cierta cantidad en cada apuesta sin sentirse incómodos. Cuando el mínimo de la mesa sube sin previo aviso, una persona así buscará otra mesa, cambiará sus fichas por dinero en efectivo o comenzar a apostar de manera muy conservadora. Las tres opciones son perfectamente aceptables para el casino.
Cuando Todo Lo Demás No Funciona, Aplicar Mano Dura
El casino empleará todos los métodos anteriormente mencionados en un intento por detener a los contadores de cartas. En la mayoría de los casos, estos métodos son muy eficaces. A veces, sin embargo, la gente tiene que aprender por las malas. Si todos estos métodos preliminares fallan, el contador de cartas podrá ser invitado a contar sus ganancias en privado.
Existen muchas historias de apostadores que se han encontrado a sí mismos en la legendaria «habitación sin ventanas o cuarto trasero» del casino, enfrentándose a un grupo de enfadados matones a sueldo del casino. En Michigan, una jugadora de edad avanzada se vio a sí misma en esa habitación después de encontrar una horquilla que alguien había abandonado en una máquina tragaperras. La señora cogió la horquilla y jugó a las máquinas. En cuestión de segundos, se la llevaron a una habitación y la detuvieron durante horas, mientras el personal de seguridad del casino trataba de intimidarla con amenazas. La señora demandó al casino y, finalmente, ganó el caso ante los tribunales.
Los contadores de cartas no son ajenos a las habitaciones ocultas del casino. Si las cosas llegan a ese punto, el contador de cartas puede estar seguro de una cosa: el casino le dejará perfectamente claro que los contadores no son bienvenidos en su establecimiento. Aprenda a leer las señales de advertencia y evitará que le prohíban la entrada por contar cartas.