Cómo Jugar Blackjack en Linea

¡El conteo de cartas es una estrategia de juego conocida, principalmente, por su uso entre jugadores de blackjack y no debe ser confundida con hacer trampas! Existen varios sistemas de conteo de cartas, pero todos ellos tienen unas metas principales: estimar mejor las posibilidades de que aparezcan ciertas cartas y utilizar estas estimaciones para ayudar a un jugador a tomar una decisión sobre su apuesta y, en última instancia, vencer a la casa.

Esto es posible porque en el blackjack, a diferencia que en otros juegos de casino, la ventaja de la casa no es fija: depende de las cartas que queden en el mazo y los cambios de probabilidades, los cuales incluso pueden favorecer al jugador. Un contador de cartas experto puede saber cuando la baraja está «caliente» y hay más posibilidades de que se repartan cartas favorables al jugador, y cuando la baraja está «fría» y es más probable que se repartan cartas flojas. De este modo, maximizará las ganancias y reducirá al mínimo las pérdidas.

El principio fundamental del conteo de cartas es que, estadísticamente, los ases y los dieces (incluyendo las cartas de figuras) benefician al jugador sobre el crupier. Si el jugador sabe que quedan más dieces y ases en la baraja, puede ajustar sus apuestas para aprovechar las mejores probabilidades. Por otro lado, el crupier tiene que pedir entre 12 y 16, y un 10 provocará que se pase inmediatamente. Un gran número de ases y dieces también aumenta las probabilidades de sacar un blackjack natural, el cual se paga mejor que una victoria normal.

La creencia popular sostiene que uno necesita tener una capacidad mental fuera de lo normal para contar las cartas, pero ese no es el caso. Mientras que la aritmética involucrada en el conteo de cartas requiere práctica y puede ser complicada en un casino lleno de distracciones, no hay que memorizar cartas específicas y, mientras el número de mazos no afecte al conteo de cartas, no tiene un efecto tan grande como se suele creer.

Algunos sistemas de conteo de cartas presentan un mayor reto a la hora de realizar un seguimiento del conteo que otros, pero existe un factor importante a tener en cuenta: un sistema más sencillo pero menos efectivo que se juegue bien, a la larga ofrecerá mejores resultados que un sistema teóricamente más rentable y propenso a errores por parte de los usuarios.

Para evitar ser detectados, la mayoría de los conteos de cartas se hacen en equipo. En un equipo con un Gran Jugador, varios jugadores conocidos como «observadores» se sientan en varias mesas del casino donde siguen el conteo del mazo. Cuando la baraja es favorable, los miembros del equipo hacen una señal al «gran jugador» para que se siente a la mesa y comience a hacer apuestas máximas mientras disfruta de una posición ventajosa. El observador sigue contando y hará señales cuando la mesa se esté enfriando, momento en el que el gran jugador se levanta y espera a que otro observador le señale una mesa caliente. El gran jugador actuará de manera errática e irracional, lo que evita que le identifiquen como un jugador profesional. Los observadores, por su parte, nunca ajustan su estrategia de apuestas por lo que muy pocas veces se convierten en sospechosos.

Edward O. Thorp fue un matemático estadounidense y profesor en el M.I.T. y en la Universidad Estatal de Nuevo México. En la década de los cincuenta, su interés sobre cómo manipular las probabilidades en el blackjack creció. Con la ayuda de una computadora IBM 704, programó una serie de ecuaciones para analizar el juego a un nivel que nunca se había intentado antes, e ideó una serie de esquemas probados con la ayuda del ordenador. Su idea era hacer dinero jugando al blackjack.

Cuando creyó que había descubierto un sistema que funcionaba, se dirigió a Reno, Las Vegas y Lake Tahoe, donde utilizó $10.000 de capital de juego (invertido por el jugador profesional Manny Kimmel) y comenzó a probar las mesas de blackjack en los casinos con el fin de aplicar su investigación. Hacia el final de su primer fin de semana había conseguido más de $11.000. Sus ganancias se veían limitadas debido a su tendencia a ser expulsado de los casinos tras ser sospechoso de hacer trampas, lo que le obligó a utilizar gafas de sol y barbas postizas cuando jugaba. Pero esta fue la primera vez que un equipo utilizó una computadora para recibir ayuda en juegos de azar.

Las noticias sobre victorias en un casino se suelen expandir muy rápidamente, y Thorp se convirtió inmediatamente en un icono entre la comunidad de jugadores de blackjack. En 1962, Thorp escribió «Ganar a la Banca», un libro en el que detalla sus estrategias de conteo de cartas y apuestas. El libro consiguió llegar a la lista de bestsellers del New York Times, algo insólito para un trabajo tan especializado. No obstante, su éxito fue contraproducente: el sistema de Thorp era más exitoso cuando el crupier alcanzaba la parte inferior del mazo y los casinos comenzaron a cambiar los mazos mucho antes de llegar a ese punto, ya que el sistema se hizo muy popular. Su sistema de contar-10 también se vería pronto superado por sistemas más sencillos y rentables.

En los siguientes años, varios contadores de cartas consiguieron muchos éxitos y ganaron notoriedad por sus hazañas. El más recordado es Ken Uston, quien aprendió el conteo de cartas de un hombre llamado Al Francesco. Al fue el inventor del juego de blackjack en equipos y Uston escribió un libro sobre sus experiencias como “gran jugador” en los equipos de Al, quien usaba una de las más famosas técnicas de conteo de cartas. Otros libros sobre el juego del equipo fueron publicados, incluyendo «Beat the Dealer” (Desbancando a la Casa) de Ben Mezrich que fue adaptado para la película de Hollywood “21 Blackjack”.

A medida que las técnicas de conteo de cartas se hacen más conocidas, los casinos se vuelven más vigilantes para identificar y expulsar a los que utilizan estas técnicas para ganar dinero en el blackjack. En 1994, los miembros del equipo a cargo de Tommy Hyland fueron detenidos por jugar en equipo y utilizar una técnica conocida como secuenciación de ases, la cual tiene como objetivo garantizar que el jugador reciba un as. Los jugadores fueron detenidos en un casino en Windsor, Ontario, y durante el proceso judicial se demostró que los casinos de Nevada querían mano dura con los miembros del equipo.

A pesar de sus esfuerzos, el juez emitió un fallo que, desde entonces, ha sido la base de toda alegación sobre conteo de cartas: contar cartas no es hacer trampas sino utilizar inteligentemente una estrategia. Así que la respuesta a la pregunta «¿es el conteo de cartas ilegal?» depende de si se utiliza un dispositivo o sólo la inteligencia.

¿Qué pueden esperar del futuro los jugadores de blackjack que son buenos contando cartas? ¡Estamos seguros de que la mayoría de los casinos no decidirán empezar a utilizar mezcladores de cartas automáticos!